"Perfil: Fácil de mirar"
-¡Hoy escribiré!
¿Cuantas veces Sara había dicho eso?
-Uf !- Muchas.
Pero por fin, se había decidido a hacerlo.
Después de contestar a infinidad de preguntas, dejar todos los datos de su identidad, describirse física e intelectualmente y señalar cómo le gustaría que fuera su pareja ideal y sobretodo, después de insertar una fotografía atractiva de su persona, Sara ya estaba registrada en una página para conocer gente; de esas que ahora se llaman sociales y las madres califican de páginas de contactos, cabe reconocer que con buen criterio.
Bien!. El primer paso estaba ya hecho y ahora lo que correspondía era esperar.
¡Esperar ella! que es la persona más impaciente del mundo, o al menos, en la época de la que hablamos, lo era. Esperar que algún hombre más o menos decente visitase su perfil, mostrase interés por sus aficiones y no saliera corriendo al ver su fotografía. Cosa harto difícil, porque aunque Sara no era un bellezón, si era una mujer de muy buen ver y de mente brillante y rápida. También, todo se ha de decir, algo fantasiosa, había se serlo para que en el perfil de su pareja ideal la ilusa se atreviera a poner:
“Busco… Una persona sensible, sincera, divertida, generosa, que diga lo que piensa y haga lo que dice. Valiente, a quien no le asusten las compañeras con criterio propio, independientes y poco sumisas. Una persona divertida, capaz de hacer reír, respetuosa, alegre, y decidida. Activa física e intelectualmente. A quien le guste estar en compañía, pero que encuentre siempre momentos para estar con la pareja a solas. Una persona romántica y apasionada y optimista que crea que lo mejor está aún por llegar.
Espero que haya alguien así… Sí, seguro que sí.”
Sí. Sara era el súmmun del optimismo o bien de la inconsciencia ya que no le faltaba valor para esperar respuesta de alguien con tal cúmulo de virtudes, porque si existiera alguien así, o bien estaría más que pillado, o bien se escogería por catálogo y saldría un huevo de caro.
Los primeros días fueron un éxito.
Sara recibió tal cantidad de propuestas de amistad, que saturaron su correo. Ella supuso que debido a la promoción que efectúan a los novatos registrados más que a lo atractivo de su currículum personal pero estaba equivocada. Fue un imán para los hombres aventureros, independientes y algo canallas y a quienes les gustan los retos.
Emocionada con todo este alud mensajero y atareada en contestar a cada uno de los correos con un mínimo de originalidad, al cabo de un par de meses Sara estaba hastiada de tanta carta y de tanto hombre con afición a la literatura, sobre todo a los cuentos. Hombres que se creen todos unos lobos pero que no asustan a ninguna Caperucita y a los que les gustaría que todas las mujeres fueran como Blancanieves, ese tipo de princesas a las que engatusa cualquier bruja y a las que nunca les crecen los enanos.
Andaba pues con todo este trajín, cuando Sara recibió su primer mensaje.
No era especial, ni original. Solicitaba intercambiar correspondencia. Vamos, lo normal. Pero le gustó.
El dijo que era de Málaga. La mintió. Al menos venía de la galaxia de Andrómeda el tío, porque era más raro que un perro fucsia.
-¿Creí haber puesto una cierta proximidad para mis contactos?- pensó Sara.
Y tenía razón y lo hizo porque yo se lo recomendé, no fuera a pasarle como a otra amiga mía que para ir al cine con el amigo de turno debía pedir un día de fiesta, puesto que el cinéfilo vivía en Calatrava y cogía menos trenes que un Menorquín y por no gastar no gastaba ni una broma.
-¿Entonces? Se preguntaba Sara. ( Más adelante yo me encargaré de que entendáis el porqué)
Contestó como una formalidad. Era finales de Agosto y empezaba la Fiesta Mayor de su ciudad, así que no iba a conectarse en unos días y además se iba de vacaciones con dos amigas.
.
Se lo hizo saber y su respuesta fue:
-Hola encanto. Ya sé que no son horas de contestar, pero soy ave nocturna. (El pájaro …, eran las 4:06 de la madrugada). Me has dado una alegría al recibir tus 4 letras. Disfruta de tus fiestas y en el negro Septiembre nos conoceremos más. Un abrazo.
-Éste ya no vuelve- pensó Sara.
Pero volvió. ¡Vaya si volvió! Como un buitre leonado apareció.
Con tan solo un par de correos formales, se dieron el msn y empezaron las conversaciones.
Sara podía pasarse horas hablando con él, de hecho sus negras ojeras delataban que las
horas de sueño no eran las aconsejables, pero no le importaba.
Tenía Fitzst, especial arte para hacerla reír y eso la hechizó.
Recuerda divertida la primera llamada de teléfono y su voz. Se hicieron las tantas de la madrugada como siempre y esa noche Sara le apodó. Le llamaría “Wampiro”; justo nombre para los amantes de la noche y para todo ser solitario, impulsivo, apasionado y raro como él.
No sabía la ingenua qué acertado sería el mote que le había puesto con la historia que viviría, puesto que las historias de vampiros tienen todas un componente de atracción muy alto pero no hay manera de que no acaben mal.
Pero…
¿Quién podría resistirse a la propuesta de compartir una aventura con un personaje así, donde la distancia, la locura y la diversión sean los complementos de una relación sin compromiso, llena de misterio y sin temor a nada?
A Sara no se le ocurría una propuesta más romántica que esa. Pero a mí sí. En realidad muchas más, pero entonces no estaría yo aquí explicando estas crónicas.
- ¿Ana..? Me dice Sara a las 3,15 de la madrugada.
- Siiiiii…
- ¿Estas despierta nena?
- No, guapa. Estoy dormida, lo que pasa es que contesto al teléfono mientras me paseo como una sonámbula por la casa…
- Carai Ana!, Siempre con esa sorna tuya tan característica…
- No si encima voy a tener que estar diplomática ! Anda dime, ¿qué quieres a estas horas?
- Te acuerdas del malagueño noctámbulo?
- Si, claro, como olvidarlo, si te está convirtiendo en un mochuelo, por las ojeras y bolsas que te gastas desde hace un tiempo.
- jajaja. Bueno, al menos veo que te fijas en mí. A lo que iba. Acabo de hablar con él, hemos estado de palique casi una hora.
- Supongo que llamaría él, no?
- Supones mal.
- Sara, estás tonta del culo. Te va a costar una fortuna este tipo, además de la salud.
- Es broma mujer. Era para probar que me escuchabas.
- Me cago en tus pruebas! Bueno… Y qué? Se ciñe a las expectativas creadas?
- Ui sí. Además de agilidad mental, tiene una preciosa voz. Y el jodido lo sabe.
- Te ha enviado la fotografía prometida Sara?
- No, todavía no. Dice que no tiene ninguna que le haga justicia.
- Peligro Sara! Eso quiere decir que el convicto ése es feo de narices.
- Siempre tan optimista tú. Si en su perfil ha puesto “Fácil de mirar”, será por algo.
- Siiiii. Seguuuuuro. Como no hay ningún mentiroso por Internet?... A lo mejor lo ha puesto porque es tan inmenso que es más fácil saltarlo que darle la vuelta, o tan extraño que Danny de Vito te parece hasta atractivo.
- Quita! . Ya verás como no, aguafiestas! No todos tienen que salir ranas como los tuyos.
- JA! Eso, encima cachondeito. Ojalá también sea un sapo.
- Anda, vamos! Después de estos buenos deseos que me envías, dejo que te acuestes que ya es muy tarde y mañana te levantas pronto.
- Vale nena , tú también vete a dormir que mañana no rendirás.
- Yo mañana tengo fiesta Ana. No te lo había dicho? Te llamo al mediodía, que no creo que me despierte antes. Besito.
Y va y me cuelga.
Asombrada estoy que aún no me haya estallado una vena.
Ella seguro que ya está durmiendo a pierna suelta y yo a las 3,45 de la madrugada con los ojos como platos y pensando en príncipes y batracios.
Pero lo cierto es que estaba en ascuas, impaciente por saber si el individuo se parecía al buenorro del Han Solo, o bien al perturbador Maestro Yoda o era una réplica de Chewbacca.
Bueno… Voy a hacerme una tila, a ver si me entra el sueño…O mejor me tomo un Valium?
Coño Sarita, yo a tí te mato...!!!!!!
../. (Continuará)
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